lunes, 3 de abril de 2017

La sociedad gaseosa, en el blog "Antididáctica"


Dice Gerard Romo en su blog:

Honestidad, sinceridad, profesionalidad. ¡Y valentía para decirlo, para defender la dignidad de su profesión! Esto define a un docente, un buen docente.

Lo terrible de la situación actual es que el profesorado, además de reciclarse, es decir de adquirir nuevos y renovados conocimientos, tiene que luchar a muerte para defenderse de la horda de pedagogos y gurús de la educación que se han convertido en su peor depredador.  Ellos, que supuestamente están a su servicio. Ellos, los “expertos”, los “salvapatrias” educativos que no son más que exiliados del aula que se venden a cualquier precio (y las Administraciones públicas que con nuestro dinero los promocionan y financian. Eso sí es terrorismo de Estado). El resultado de esta depredación docente lo vemos cada día en nuestras aulas: Mediocridad y la invasión de las pseudociencias en las escuelas, es decir, vino aguado. Por eso son tan necesarios actualmente libros como este. Porque no hay nada peor para un profesor que sentirse "aguado".

El artículo completo, aquí.

Muchas gracias, Gerard.

4 comentarios:

  1. Vosotros empeñaos en ir por ahí diciendo que dos y dos son cuatro, que veréis cómo acabáis.

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  2. Acabo de terminar 'La sociedad gaseosa' con una mezcla de desolación y esperanza. Al igual que 'Contra la nueva educación', todo un monumento al sentido común. Un par de cosas me han llamado poderosamente la atención: 1) Que Sugata Mitra, y los de su cuerda, mantengan que la creatividad se bloquea por el estrés. Peregrino argumento. Me viene a la memoria la escena de la película 'El tercer hombre' en la que Welles le dice a Cotten algo así como "en Italia estuvieron durante todo el Renacimiento en guerra, y tuvieron a Leonardo, Miguel Ángel, Rafael... en Suiza llevan 500 años de paz y ¿qué han hecho? El reloj de cuco." Otra cosa terrible que he leído trata de aquellos estudiantes de Londres con tan poca perspectiva histórica que exigían suprimir del temario de filosofía a Descartes, Platón y Kant con argumentos no ya peregrinos sino directamente ridículos. En esta ocasión me viene a la cabeza la campaña que puso en marcha un tipo para eliminar de las librerías 'Tintín en el Congo', el primero de la serie de Hergé si exceptuamos el de los Soviets, bajo acusaciones de racismo. Vivir para ver.

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    1. Le agradezco mucho su comentario. Cita usted un pasaje magnífico de una de mis películas favoritas, además. Me gustaría que hubiera un poco más de esperanza que de desolación en "La sociedad gaseosa", que de esta ya había una poca en el primer libro. Un saludo y muchas gracias por su visita.

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