martes, 30 de abril de 2019

Agrupación Inestable del IES Tierra Estella

La imagen puede contener: una o varias personas, personas sentadas, calzado e interior
En el segundo acto de la ópera "Aida", de Giuseppe Verdi, el pueblo egipcio celebra el regreso victorioso de Radamés, tras abatir a los etíopes, y suena la popular Marcha Triunfal. Para inaugurar la exposición relacionada con el proyecto pedagógico "Del Nilo al Ega" de mi instituto, he preparado con mis alumnos de primer curso un arreglo de esta marcha. La interpretó, el 17 de abril, la Sección de Primero de ESO de la Agrupación Inestable del IES Tierra Estella, con instrumentos Orff, flautas, guitarras y pequeña percusión. 
La primera lección que espero hayan aprendido mis alumnos es que apenas cuatro minutos de música llevan detrás muchas horas de ensayo. La segunda, que cuanto más se trabaja, mejor salen las cosas.
Me siento muy satisfecho del esfuerzo y la implicación de todos ellos.

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Aquí, el vídeo de la actuación (y aquí, para abrirlo en YouTube):


lunes, 15 de abril de 2019

Primera reseña de "Cuaderno de un profesor"



Que un colega al que respeto tanto como Juan Antonio Muñoz Andrade haya sido el primero en reseñar Cuaderno de un profesor, es todo un honor. Más aún si dice cosas como estas:

Creo que lo más valioso del libro es dejar que los lectores seamos testigos del brillante trabajo educativo de Alberto y constatemos que la calidad de su ejercicio profesional depende de varios ejes innegociables; su sólida preparación y solvencia profesional como músico, su constancia y trabajo tanto dentro como fuera de las aulas, su implicación y compromiso con la enseñanza de calidad. Suelo decir que una buena manera de elegir a profesores sería decidir a qué profesores querríamos para nuestros propios hijos. Yo elegiría sin dudarlo a Alberto como profesor de música de mis hijos. Su implicación le lleva a buscar continuas maneras de facilitar el aprendizaje de sus alumnos, con exigencia, rigor y generosidad (regalando tiempo, trabajo, dedicación, no calificaciones engañosas). Sus clases rezuman rigor, pasión por la materia que enseña (música) y un amplio abanico de recursos didácticos más cercanos a la innovación educativa real y efectiva que al inmovilismo educativo al que algunos de los denostadores de la innovación se aferran. Ni disfrazar naderías con nuevas tecnologías ni aferrarse a enfoques que no funcionan aportan nada útil al proceso de enseñanza/aprendizaje.

(...)

Un componente esencial y valiosísimo de su libro es el ingente caudal de sugerencias musicales que acompañan sus trayectos al instituto, sus tardes o noches preparando clases. Alberto consigue en muchos casos vincular la reflexión educativa con matices de la música que elige. Magnífica idea. Esta apabullante solvencia en el dominio (teórico y práctico, Alberto es un guitarrista excepcional) de su materia es un ejemplo magnífico de lo que debería respaldar el trabajo del profesorado en las aulas. Yo no podría hacer un trabajo remotamente decente como profesor de música por mi también apabullante ignorancia en la materia. 


La reseña completa, aquí.

Gracias, Juan Antonio.

miércoles, 10 de abril de 2019