Algunas rápidas
reflexiones sobre el método, después de la entrevista de anteayer en RAC1:
1ª.- La metodología
debe tener como objetivo mejorar el aprendizaje y no el “bienestar” de los alumnos. Es natural pensar que la eliminación de los exámenes sería
recibida de forma entusiasta por los alumnos, pero no está nada claro que
mejorase su rendimiento. De igual forma, quitar los pupitres y buscar en el aula un ambiente "chill out" para que los alumnos estén más cómodos conlleva el
riesgo de que lo estén demasiado. La comodidad de nuestros alumnos no ha de ser
ni mucha ni poca; ha de ser la necesaria para que la atención -imprescindible
en el aprendizaje- no se resienta. Existe una marca especializada es venta de
sofás llamada "Chill out", cuyo reclamo publicitario no es
"Especialistas en aprendizaje" sino "Especialistas en
descanso". Nadie discute que un alumno debe estar sentado en un pupitre mínimamente
confortable, pero ¿es necesario un sofá-cama, una butaca-relaz o un puff?
2ª- El método que le funciona a un profesor
no tiene por qué funcionarle a otro. Siempre es provechoso intercambiar
experiencias entre colegas y contrastar modelos, pero generalizar a partir de
la experiencia particular no parece lo más eficaz.
3ª.- Se puede enseñar
bien con estrategias didácticas muy diferentes. No ha de imponerse, desde ningún
ámbito, UNA manera de enseñar. El profesor debe tener plena libertad a la hora de decidir y aplicar su metodología, sin
presiones de ningún tipo. En absoluto ayuda la proliferación de concursos,
congresos y cursos de innovación, como si la innovación supusiera por sí misma una
mejora.
4ª.- Toda nueva
propuesta ha de basarse en la experiencia en el aula (no puede surgir de la teoría sino de la práctica docente) y en la evidencia científica.
5ª.- Lo que hace "buena"
o "mala" una metodología es su eficacia, no su novedad, su originalidad o su
atractivo (tampoco sus buenas intenciones). Sin evaluar este aspecto con rigor y seriedad, no podemos saber si vale la pena su universalización.
6ª.- Ante la innovación hay que ser escéptico. Ni
detractor ni seguidor entusiasta.
Alberto: otra vez das en el clavo al poner en 'cuestión' los nuevos métodos. Para la clase psicología descriptiva puede valer un sofá ilustrado, pero para la clase de matemáticas o música...
ResponderEliminarEn realidad, creo que hay ideas que pueden ser útiles casi en cualquier metodología. La cuestión es que no han de serlo por obligación. El éxito educativo depende mucho más de la capacidad del profesor y de la disposición del alumno que de la metodología, pienso yo. Un saludo.
EliminarCon el paso del tiempo creo honestamente que hay mucho docente incompetente o directamente jeta que ha encontrado en la innovación su tabla de salvación.
ResponderEliminarSi eres un mal profesor ya puedes disfrazar de innovadora una metodología que a los primeros que no engañas es a los alumnos.
Todos podemos oír a nuestros hijos o alumnos decir si con tal o cual profesor "no hacen nada"...
¿Cómo es que no hay quejas? Muy sencillo, las notas que ponen son de 7 para arriba, y algún 5 al revienta clases..., pero ningún suspenso, por Dios.
El fracaso escolar no es del 30%, supera el 50%, el profesorado tiene camuflado el fracaso inflando las notas. No hay quejas delante de un profesor que pone a todos notable o excelente... Si no me creen, entren en cualquier instituto o colegio concertado en segundo o tercero de ESO y pongan un dictado, 2 problemas de simples ecuaciones, unas preguntas básicas sobre la importancia de los Austrias en el siglo XVI o qué significó el humanismo en Europa y que localicen en un mapa el Danubio, Argentina o la provincia de Burgos y verán de que hablo..., eso sí saben hacer unos powerpoints que tiran de espaldas con su cortar/y/pegar...
No diga usted esto en público si no quiere tener problemas...
EliminarPero ¿no habíamos quedado que la verdad nos haría libres?
EliminarA pesar de la advertencia de Alberto, no puedo menos que certificar lo que escribe Anónimo. Y yo hablo de la universidad pública. Basta con regalar 4 puntos por asistir al laboratorio y ya puedes innovar lo que quieras en tus clases: todos aprobados.
EliminarEra una advertencia con la boca pequeña. Claro que hay que hablar. Hablar y denunciar.
EliminarNo hace falta acudir a un centro concertado, en la pública se pueden encontrar espécimenes como los descritos por Anónimo en abundancia.
ResponderEliminarAlberto, respecto a la metodología, una forma infalible de dar con métodos que siempre funcionen consiste en, primero, establecer el método y segundo, ver qué se ha conseguido mediante el mismo. Una vez visto el resultado decimos a todo el mundo que ese era nuestro objetivo de toda la vida y eureka: nuestro método es eficaz al 100%. Ahí puedes meter desde sofás chill out hasta reiki, mindfullness, inteligencia emocional, trabajo cooperativo, trabajo por proyectos, comunidades de aprendizaje... El mundo al revés, el sentido común por los suelos, el método científico o algo que se le parezca desaparecido en combate. Pero los "expertos" en educación tienen que vivir, y además vivir bien y a los políticos la educación les importa un pimiento. Los resultados de la educación son inciertos y a largo plazo y los políticos no se pueden arriesgar tanto.
ResponderEliminarSaludos de Pilar. Esperando tu nuevo libro.
Saludos, Pilar, muchas gracias por tu comentario.
EliminarAlberto, he de felicitarte por tu defensa valiente y comprometida de la educación basada en el conocimiento. En estos tiempos en los que reivindicar el valor del esfuerzo y la formación docente en el ámbito educativo se tilda de anticuado y obsoleto quienes como tú abogáis por una visión hoy a contracorriente merecéis reconocimiento. Pienso que la metodología es importante en la medida en que fortalece rutinas que sirven unas veces para fortalecer y otras para despertar hábitos de estudio. En las actuales corrientes pedagógicas me parece adivinar rasgos más propios de las pseudociencias que de las ciencias sociales. Si atendemos a algunos estudios especializados publicados en revistas de alto impacto en el ámbito de la innovación educativa puede observarse como a menudo se trata de una evidencia empírica insuficiente que también con frecuencia aparece sesgada. Difícilmente estudios de este tipo serían aceptados en otras disciplinas. Parece que el modelo educativo propiamente innovador es aquel que sustituye al docente por una especie de "coach". Así es de esperar que lemas como "los contenidos son secundarios" calen profundamente en los círculos de la innovación hasta llegarse a convertir en dogmas de fe.
ResponderEliminarÁnimo y saludos desde Málaga.
Pues muchas gracias por ese reconocimiento y por el comentario, que sin ninguna duda suscribo. Un saludo.
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