La ¿respuesta? del publicista Risto Mejide (aquí) tras el muletazo de la Milá (aquí) es una muestra evidente de que la sociedad líquida quedó atrás. Aquí dejo un breve reflexión:
En La Sociedad Gaseosa, se equipara al que insulta con el insultado.
En la sociedad gaseosa, el moderador no es neutral ni secundario, sino parcial y protagonista.
En la sociedad gaseosa, se presume de combatir el acoso escolar mientras se permite que a un invitado se le llame "gordo".
En la sociedad gaseosa, quienes deberían disculparse por una actitud bochornosa, por acción u omisión, arremeten contra la persona que ha sido vejada, convirtiendo a la víctima en victimario.
En la sociedad gaseosa, la solución que se propone para evitar que vuelva a producirse una escena lamentable en televisión es sugerir un nuevo programa para que se repita, si es posible con mayor virulencia.
En la sociedad gaseosa, se da oxígeno a la pseudociencia, colocándola al nivel de la ciencia y otorgando el mismo peso a la opinión del ignorante que a la del sabio.
En la sociedad gaseosa se confunde el debate con la bronca y se manipula a la opinión pública haciéndole creer que es discutible lo que la ciencia ha demostrado que no lo es.
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