Santuario de La Gleva
Con Marta Zaragoza, directora de la escuela.
Con Pep Olmo, presidente de la Asociación de Padres.
Asistentes a la conferencia en el Ateneo.
Cenando en Can Dorca
Vic
Exterior de la Catedral de Vic
Frescos de Sert
Virgen del Pilar
Templo romano en Vic
Plaza del mercado
Al fondo, la iglesia de Sant Martí
Fachada de la Iglesia de Sant Martí
Mi visita a L’Escola Mare de Déu de la
Gleva, en Les Masies de Voltregà de Barcelona, ha sido una experiencia
estupenda. Me he sentido muy bien acogido y muy bien tratado y me he
encontrado con personas tan amables y divertidas como comprometidas con la
educación desde la sensatez y el rigor. Vi a Mohamed, un chico senegalés con
enormes dificultades, recitar poesía con soltura y emoción, a Eloy y a otra alumna, no
recuerdo ahora su nombre, pero lo hizo también de maravilla, regalarnos una actuación
con violonchelo y trompeta, y a muchos otros alumnos en plena clase,
manteniendo una disciplina sosegada pero eficaz, y evitando “moderneces"
sin sentido.
La L’Escola Mare de Déu de la Gleva es
concertada, religiosa sin dogmatismo, y con un ideario claro y firmes
convicciones que ya querría yo para todos los colegios e institutos públicos. Pude comer en el propio centro con colegas entusiastas y charlar
sobre nuestro oficio, además de ver la habitación de Jacinto Verdager en
el Santuario que se encuentra nada más salir de la escuela, en el que estuvo recluido tras su enfrentamiento con el marqués de Comillas y las
autoridades eclesiásticas, y donde se dedicó durante dos años a
escribir.
Antes de la conferencia en L'Ateneu de
Sant Hipòlit de Voltregà, y justo después de una entrevista en el Canal 9 de
televisión, pude pasear por Vic y ver el templo romano, la plaza del
mercado, donde tomamos una cerveza fresca, pues el calor apretaba, y la
Catedral, con los impresionantes frescos de Sert, y escuchar las
explicaciones de un guía turístico muy amable e ilustrado sobre la historia que
encierran los frescos, cuya tercera versión es la que se expone, en un tono
inevitablemente influido por la Guerra Civil. Todo ello, gracias a la amabilidad
de Pep Olmo, presidente de la Asociación de Padres y de Marta Zaragoza,
directora de la escuela, y a las gestiones de Josep María Sucarrats, filólogo y
profesor en la escuela. En la Catedral encontré también una Virgen del Pilar.
Parece que quien la inauguró era oriundo de Tamarite de Litera, en Huesca, y la
llevó allí.
Después de la conferencia, a la que asistió mi buen
amigo Francesc, fuimos a cenar a Can Dorca, también en Sant Hipòlit de
Voltregà. Comida casera y rica y una buena conversación me dejaron un gusto
inmejorable.
Al día siguiente, antes de tomar el tren de regreso, me encontré al
salir a la calle, ya en Sant Celoni, con la iglesia de Sant Martí, y no pude
dejar de acercarme a contemplar su curiosísima fachada barroca.
Apreciado Alberto,
ResponderEliminarPara nosotros fue una gran experiencia contar contigo, es evidente que describes como pocos actualmente,que todo surge,se propaga,se vende,se compra,se usa tan rápido como se esfuma y como esto se traslada a la educación.
Cómo bien dices hemos permitido que vinculen el saber, con el sufrimiento,la frialdad o el aburrimiento, cuando no hay nada más emocionante que aprender.
Tenemos la firme convicción que tus palabras surgirán efecto entre nosotros , nos quedamos con unas "nuestros hijos son el resultado de las pequeñas decisiones que tomamos cada día sobre ellos".
Muchas gracias
Junta Ampa Escola la Gleva
A vosotros. Fue un inmenso placer.
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