Es que lo de Isabel Celaa es desolador, Alberto. Aparte de ser una correa de transmisión sin voz propia más que una ministra, lo que se ha dedicado a transmitir es lo peor de la LOGSE, pero corregido y aumentado (el vaciado de contenidos, el aprobado fácil, las memeces de lo emocional...) y lo peor de las concesiones ante los abusos lingüísticos. Y todo, siguiendo el consignazo sin rechistar jamás, sin mostrar nunca la menor objeción ni frente a sapos como hipopótamos: se los ha tragado si respirar. Que con lo que llevamos visto después de casi treinta años de LOGSE llegue una ministra de Educación y diga y haga las cosas que dice y hace esta señora es una prueba de que España está desquiciada.
Es que lo de Isabel Celaa es desolador, Alberto. Aparte de ser una correa de transmisión sin voz propia más que una ministra, lo que se ha dedicado a transmitir es lo peor de la LOGSE, pero corregido y aumentado (el vaciado de contenidos, el aprobado fácil, las memeces de lo emocional...) y lo peor de las concesiones ante los abusos lingüísticos. Y todo, siguiendo el consignazo sin rechistar jamás, sin mostrar nunca la menor objeción ni frente a sapos como hipopótamos: se los ha tragado si respirar. Que con lo que llevamos visto después de casi treinta años de LOGSE llegue una ministra de Educación y diga y haga las cosas que dice y hace esta señora es una prueba de que España está desquiciada.
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