El compositor norteamericano John Cage creó el llamado “piano preparado” colocando clips de oficina, gomas de borrar y otros objetos entre las cuerdas del piano para que, adulteradas, ofrecieran timbres diferentes. Esto, que en la música supuso una interesante innovación, no es admisible en la oferta y asignación de plazas, que es responsabilidad del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.
Año tras año, muchos
tenemos la sensación (y en algunos casos la convicción) de que determinadas
plazas son plazas preparadas, como el piano de Cage. Plazas falseadas que,
teniendo más horas de una especialidad, salen curiosamente por otra. Plazas
extrañas con perfiles inverosímiles. Plazas que aparecen y desaparecen. Plazas
que se metamorfosean sin explicación aparente. Plazas cuyas definidísimas y/o extravagantes
características nos impulsan a pensar mal. Muy mal.
Señor Consejero,
Señores Directores Generales, Señor Director del Servicio de Inspección Educativa,
Señores Inspectores y Señores Directores que permiten este tipo de situaciones:
esto no es aceptable ni presentable. Búsquenle solución. Y búsquenla ya, para
que no tengamos que volver a denunciarlo el curso que viene. Esto es una
tomadura de pelo.
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