martes, 27 de febrero de 2018

Tribuna en El Mundo


Hay batallas que uno debe librar. Eludir la confrontación cuando está en riesgo algo tan sustancial como el futuro de nuestra sociedad, inevitablemente relacionado con la deriva de nuestra educación, supone una claudicación inaceptable. ¿Y cuál es enemigo? El enemigo es el pedagogismo, que se manifiesta por medio de la imposición de una Metodología Única, como el anillo de Sauron, y que culminará el largo proceso de devaluación de la figura del profesor y, por extensión, de la enseñanza, tal y como algunos todavía la entendemos, esa devaluación que se refleja en el sometimiento a las modas educativas y a la Santa Innovación (la innovación: un clásico de todos los tiempos), pese a que la educación debería estar al margen de tendencias, ser impermeable (¿insobornable?) a los planes de gurús, iluminados y aprovechados, y estar sólidamente anclada en la evidencia y en la experiencia.

Así comienza la tribuna que firmo hoy en El Mundo y que puede leerse completa aquí.

6 comentarios:

  1. Efectivamente, Alberto, eso es lo que pretenden ni más ni menos. Y lo peor es que van camino de conseguirlo. Enhorabuena por el artículo. Un abrazo.

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  2. Me parece brillante tu artículo, Alberto. Efectivamente, hay que dar la batalla como estás haciendo tú. Ya me gustaría saber expresarlo tan claro como lo haces. Por ahora seguiré intentándolo a la vez que procuro difundir todo lo que contribuya a ganar esta guerra.

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  3. Cincuenta años de fracaso y ridículo de las recetas del pedagogismo y ahí las tenemos aún, Alberto: como "audaz" propuesta de los partidos políticos para dar el vuelco educativo. Conocemos muy bien las sensacionales dotes de los innovadores para hipnotizar, pero que quienes gobiernan o aspiran a gobernar se dejen solo puede ser por dos razones, a cuál más inadmisible: estupidez o conveniencia. Te felicito por el artículo.

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