A quienes confunden las cosas y a quienes no
lo tienen claro quiero decirles lo siguiente:
Me preocupan mis alumnos. Por eso defiendo el conocimiento.
Igualmente defiendo la cultura
porque creo que mis alumnos merecen algo más que “felicidad”.
Reivindico su derecho a encontrar en la
escuela lo que no todos podrán encontrar fuera.
Estoy convencido de que tenemos una
responsabilidad como docentes.
Idiotas, charlatanes y sinvergüenzas están al
acecho.
Aprovecharse de un sistema educativo
fraudulento es una tentación para muchos.
Y es un hecho que van ganando. Porque se les
da aliento. Y porque lo permitimos.
Me siento en la obligación moral de
desenmascarar a los estafadores.
Es el futuro de nuestra sociedad lo que está
en juego.
Les dejo con Weiss y con su música refinada,
elegante, clásica y “trasnochada”.
Van ganando en los medios y en los despachos, cosa comprensible si se echa un vistazo a lo que ha pasado en España en los últimos treinta años, pero en las aulas tal vez ganen, pero seguro que es con menos supremacía de lo que haría pensar su relumbrón. ¡Ánimo!
ResponderEliminarGracias, Pablo. Un abrazo.
EliminarAlberto felicidades por tu honradez. Creo que no ha de ser fàcil.
ResponderEliminarTu Blog y tu libro, magníficos.
Ànimo i siempre desde la elegancia del "Profesor Atticus"
José
Muchas gracias, José. Un saludo.
EliminarEs verdad que la contaminación es cada vez mayor,pero eso no invalida los argumentos sensatos, los hace más difícil de ver. La estructura del sistema deseducativo se afianza. Vale, seguiremos cantando.
ResponderEliminarNo, no los invalida, Isabel. Un saludo.
EliminarY gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por leer y comentar.
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