El 6 de agosto publiqué en este mismo blog un artículo, titulado "El profesor devaluado", en el que criticaba la marginación de los contenidos académicos y disciplinares en los planes de formación del profesorado de las administraciones educativas. Y ayer decidí escribir al Servicio de Formación y Calidad del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, en representación de la Asociación de Profesores de Secundaria, para hacerles llegar la desmotivación de muchos docentes en relación con los cursos que se vienen ofertando para su (supuesto) perfeccionamiento y/o actualización. Argumentaba en ese correo que limitar la formación a cuestiones no académicas no es nada sensato, por cuanto deja fuera los aspectos disciplinares, imprescindibles si lo que se pretende es garantizar el perfeccionamiento profesional del profesor en su tarea docente.
El Servicio de Formación me respondió, también ayer, remitiéndome a la página web del Departamento en la que se publica el Plan de Formación "en torno a ocho competencias profesionales docentes", entre las cuales, me explicaban, "se incluye la competencia científica con una subcarpeta de "Actualización en las áreas, materias y módulos curriculares" con 72 propuestas para este curso, por el momento, y otras en estudio". "A ellas", continuaba la persona que me contestó al correo (cuyo nombre y cargo desconozco por no venir firmada la respuesta), "han de sumarse más de 50 actividades de actualización en idiomas y unas 80 en NNTT". Se despedían agradeciendo mi "participación".
He analizado detenidamente toda la oferta formativa, por si mis propios prejuicios me hubieran jugado una mala pasada y me hubiera precipitado en mis conclusiones. Si alguien con tanta paciencia como yo tiene interés en conocerlos, en la página enlazada más arriba están todos los cursos, divididos en los ocho bloques, según "competencias".
Lo que compruebo, después de haber repasado los cursos, uno por uno, es que:
1º.- De los ocho bloques de competencias que componen la oferta de cursos, solamente uno, el primero, parece guardar relación con algunas especialidades. Son un total de 71 actividades. No cuento entre las 71 actividades aquellas que forman parte del segundo apartado de este bloque (16), por ser cursos de pedagogía (aprendizaje cooperativo, lectura por parejas, trabajo por proyectos, etc). Todos los demás bloques no son disciplinares, sino sociales, didácticos, organizativos, de gestión de calidad, convivencia, innovación, comunicación y nuevas tecnologías.
2º.- Podemos hacernos una idea del interés que suscita en las administraciones educativas el perfeccionamiento del docente en relación con su especialidad constatando que el número total de cursos específicos es de 71 (87 si incluimos los pedagógicos que, si bien no son específicos, se encuentran en el mismo apartado; 99 si añadimos los 12 de "didáctica específica" que se encuentra en el segundo apartado). Los demás apartados, con el número de cursos de cada uno (465 en total), son:
- "Competencia personal y social": acción tutorial, bienestar y salud, gestión y promoción de valores, habilidades personales, aprendizaje cooperativo, orientación y motivación, con actividades como la siguientes: "Cómo hacer entrevistas eficaces y no morir en el intento", "Coaching para el bienestar", "Yoga", "Inteligencia emocional y control del estrés", "Educación emocional y de la afectividad", "Sexualidad", "Focusing para docentes", "Taller de kinesología educativa". 75 cursos.
- "Competencia didáctica" relacionados con la atención a la diversidad, competencias básicas y evaluación, la didáctica "específica" (12 cursos que hemos contado también en el punto primero), gestión del aula y metodología. En este bloque tenemos cursos como: "Creatividad", "Robótica", "Pikler", "Tertulias dialógicas" o "Pedagogía sistémica". 58 cursos.
- "Competencia organizativa y de los sistemas de calidad del centro" (más "coaching", en este caso, "para el liderazgo de los equipos directivos", prácticas directivas, auditorías, etc). 29 cursos.
- "Gestión de la convivencia", divididas en varias secciones: "Educación emocional, resiliencia y educación responsable", "Educar en convivencia y disrupción", "Igualdad" y "Mediación y resolución de conflictos", en las que podemos aprender más "counching", más "focusing" y más "competencias emocionales", además de "emociones positivas", "mediación", estrategias para tratar la "disrupción", los "estereotipos de género"... y otros "exóticos saberes" como el "ciberbullying, grooming y sexting" (sic). 56 cursos.
- "Competencia en innovación y mejora". 2 cursos.
- "Competencia comunicativa" (o sea, lo idiomas). 54 cursos.
- "Competencia digital (Integración curricular de las TIC)". 92 cursos.
Por lo tanto, no solo hay un único bloque (de ocho) con contenidos de carácter disciplinar o académico, sino que, del total de cursos ofertados en el Plan de Formación (repito: 465), los cursos que podríamos considerar "académicos" o "disciplinares" (y en muchos casos con extrema generosidad) suponen un 16% del conjunto. Del 84% restante, destacan como "actividades estrella" tres modalidades: competencias personales y sociales, idiomas y nuevas tecnologías, es decir, la "santísima trinidad" de la pedagogía oficial y dominante. Refiriéndome ahora a mi especialidad, la oferta es de dos cursos: "Musicodidáctica" y "Música 3.0". El objetivo inicial del primero es "aprender a dinamizar el aula de música como una orquesta de aventuras sonoro-musicales". Las características del segundo pueden deducirse por el título. Pues bien, ambos están incluidos en el apartado "Competencia científica". Con esto queda dicho todo.
Eso sí, el problema es (todos conmigo): LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO.
Eso sí, el problema es (todos conmigo): LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO.
¿Pero tú crees que puede haber alguien que te iguale en paciencia? Lo genial sería que este artículo lo leyera tu misterioso corresponsal, para que al menos se enterase de que no ha colado.
ResponderEliminarIgualar, es posible. Ahora, más paciencia que yo, lo dudo...
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