[Interior
de una consulta médica]
El
PACIENTE (un tipo normal, de mediana edad y aire afable) entra en la consulta.
Se encuentra con otro médico en lugar del que le había estado tratando. En el cartel que se encuentra encima de su mesa se lee
claramente: “Dr. Tocóloguez. Ginecólogo”.
PACIENTE
(extrañado)
- ¿No
está el Doctor Fanales?
DOCTOR
TOCÓLOGUEZ (muchacho bien parecido,
engominado y de voz engolada, sin dar importancia a la reacción del paciente, aún
revisando papeles)
- No,
el Doctor Fanales está de baja. Le sustituyo yo, el Doctor Tocóloguez. Un
placer.
PACIENTE
(inquieto)
-Debe
haber un error porque a mí me tienen que operar de cataratas y por lo que veo
usted es ginecólogo.
DOCTOR
TOCÓLOGUEZ (incómodo ante las dudas que
parece plantear el paciente)
-Oftalmólogo,
ginecólogo...¡qué más da! Qué tiquismiquis son algunos… Soy médico, ¿no? pues
ya está. Hale, quítese la ropa y póngase esa bata que nos vamos para el
quirófano.
El
doctor se levanta para cambiarse la bata blanca por la verde del quirófano. El
paciente se levanta también, visiblemente asustado, y se coloca justo detrás de la silla.
PACIENTE
-Oiga,
yo...es que...no sé...no quiero faltarle a usted al respeto, pero casi
preferiría que no me operase un ginecólogo. Seguro que sabe usted mucho de ginecología,
pero es que estamos hablando de la vista y no es exactamente lo mismo.
El
doctor se acerca al paciente. Este reacciona a la defensiva, moviendo la silla
como protegiéndose.
DOCTOR
TOCÓLOGUEZ
-Pues
mire, entre nosotros, yo de oftalmología no tengo ni idea, pero le puedo
asegurar que soy un tipo encantador. ¿No ha notado enseguida cómo hemos empatizado? ¡Venga aquí y deme un abrazo!
El
paciente le da un abrazo al ginecólogo, entre desconcertado y alarmado. Unos
instantes después, reacciona e insiste.
PACIENTE
-No,
no, no, de ninguna manera, a mí usted no me opera. O viene un especialista o
prefiero quedarme con mis cataratas.
El
médico, irritado por la ya evidente desconfianza del paciente, lo sujeta para impedir que salga del despacho.
DOCTOR
TOCÓLOGUEZ (en tono conciliador)
-¿Sabe
usted que hablo inglés? Le puedo operar de cataratas en bilingüe, si quiere, o
sea, de waterfalls (poniendo un acento muy british). ¿Pero qué más quiere
usted? Un médico emocionalmente estable, que empatiza con sus pacientes y opera
en inglés. De verdad que algunos no están nunca contentos…
El
paciente vuelve abre la puerta dispuesto a escapar, pero el ginecólogo la
cierra de un portazo.
DOCTOR
TOCÓLOGUEZ (sonriendo
de manera un tanto artificial)
¡Y
me encanta mi trabajo, siempre he querido ser médico, es algo vocacional,
fíjese si lo será que tardé veintitrés años en terminar la carrera y ni una
sola vez pensé en dejarlo!
El
paciente consigue abrir la puerta pese a
la oposición del ginecólogo.
PACIENTE
(grita)
-¡Socorro!
¡Socorro! ¡Un ginecólogo me quiere operar de cataratas! ¡Por favor, que alguien
me ayude, este hombre está loco!
El
paciente y el ginecólogo forcejean, la puerta se abre y se cierra varias veces,
el ginecólogo intenta quitar la ropa al paciente y ponerle de cualquier manera
la bata. El paciente muerde al ginecólogo en la mano mientras continúa
aullando. Por fin, alguien toca en la puerta. El paciente y el ginecólogo se
quedan inmóviles unos instantes. El primero mira de reojo al segundo con una
mueca de alivio y, todavía, algo de miedo. Aparece ANDRÉS FELICES (trajeado y
con un maletín, de talante alegre).
ANDRÉS
FELICES
-A
ver, ¿qué ocurre aquí? ¿a qué viene tanto grito?
El
ginecólogo comienza a hablar pero el paciente, aprovechando un momento de
despiste, le amordaza con la manga de la bata verde que aquel había intentado
ponerle a toda costa. Y se explica.
PACIENTE
-Mire
usted, yo tenía cita para hoy para operarme de cataratas. He acudido
puntual a mi oftalmólogo y en su lugar me he encontrado con este hombre, que es
ginecólogo y pretende realizarme la operación, a lo cual, como usted comprenderá, me niego en redondo.
ANDRÉS
FELICES
-Pues
no entiendo cuál es el problema. Usted tiene cataratas y este señor tan amable
le va a operar. Un médico es médico, sea ginecólogo, oftalmólogo o
estomatólogo. Además, sepa que el Doctor Tocóloguez no habrá operado de
cataratas, pero visitó las del Niágara en su luna miel. Por si esto fuera poco,
ha hecho numerosísimos cursos de coaching médico, sanidad emocional y nuevas
tecnologías aplicadas a la salud. ¿Es o no es?
DOCTOR TOCÓLOGUEZ
-Es (el Doctor se da cuenta en ese
momento de que no se ha quitado la manga de la bata de la boca, a pesar de lo
cual se entiende su respuesta afirmativa).
PACIENTE
(al Sr Felices)
-¿Y
usted quién es, si puede saberse?
ANDRÉS
FELICES
-Ah,
disculpe. No me he presentado. Soy Andrés Felices, “experto sanitario”.
Le
da un efusivo abrazo al paciente, aunque este no corresponde. Tras el abrazo,
el paciente está más perplejo si cabe.
PACIENTE
-¿Y
en qué es exactamente experto usted?
ANDRÉS
FELICES
-¿En
qué va ser? En sanidad, así, en general. Y conozco perfectamente al Doctor
Tocóloguez porque precisamente soy el que imparte los cursos de coaching
médico, sanidad emocional y nuevas tecnologías aplicadas a la salud.
El
doctor asiente agradecido. Ambos se sonríen y se miran. El paciente los mira
con incredulidad.
PACIENTE (se vuelve a dirigir a Andrés, desconfiado y con
gesto serio)
-Y,
perdóneme, ¿usted es médico?
ANDRÉS
FELICES
- Ah,
médico no. Yo soy vendedor de seguros.
El
paciente no da crédito e insiste.
PACIENTE
-¿¿Y
un vendedor de seguros puede ser experto en salud??
ANDRÉS
FELICES (con sonrisa un tanto estúpida)
-Por
supuesto, tengo muchísima experiencia como paciente. Y me leo siempre todos los
prospectos.
Tras
unos segundos de vacilación, el paciente vuelve a dirigirse a la puerta. El médico
lo engancha de una pierna y Andrés lo agarra de un brazo. Con el otro brazo
abre finalmente la puerta y, asomando la cabeza, comienza nuevamente a gritar.
PACIENTE
-¡Fuego!
¡Fuego! (ha llegado a la conclusión de que es más factible que le rescaten de
un incendio que de una situación propia de película de los Hermanos Marx).
El Doctor
y Andrés consiguen echarlo para atrás y cerrar. Dentro continúa el forcejeo hasta
que alguien vuelve a tocar la puerta.
Entra
una señora de unos 60 años, jovial y muy moderna en el vestir. Se presenta como
PRESIDENTA DE la APYMAP.
PRESIDENTA
DE LA APYMAP
-¿Están
ustedes bien? ¿Qué ha pasado aquí? ¡Menudo alboroto!
PACIENTE
(esperanzado)
-Pues
mire usted, yo tenía cita para hoy para que me operaran de cataratas. En lugar
de mi oftalmólogo me encuentro a este señor que resulta ser ginecólogo (se gira
para señalar al médico, que corresponde con una sonrisa tan orgullosa como
absurda) y está empeñado en llevarme al quirófano incluso usando la violencia, a lo
cual, como usted comprenderá, me he resistido con todas mis fuerzas. Pero,
cuando ya había conseguido zafarme de este insensato, entra este otro
(señalando con la mirada a Andrés Felices que también corresponde con otra
sonrisa complacida) que, lejos de darme la razón, me anima a que me deje operar.
Por cierto, ¿con quién tengo el gusto de
hablar?
PRESIDENTA
DE LA APYMAP
-Hola.
Soy Inma, la presidenta de la APYMAP y hoy estoy de muy buen humor. ¡Venga un
abrazo los cuatro!
Inma
abre los brazos y acuden encantados y sonrientes el Dr. Tocóloguez y Andrés
Felices. El paciente se aparta y observa la escena con las manos en la cabeza.
PACIENTE
(abatido)
- ¿Y
de qué dice usted que es presidenta?
PRESIDENTA
DE LA APYMAP (radiante y cogida de la cintura
por los otros dos)
-De
la APYMAP: la Asociación de Padres y Madres de Pacientes. Y voy a quedarme a
supervisar toda la operación.
CONTINUARÁ.
Enhorabuena Alberto. Realmente genial.
ResponderEliminarGracias, Xavier. Mejor que nos lo tomemos con humor...
Eliminar"tengo muchísima experiencia como paciente". ¿A qué me recuerda ese pasaje? Magnífico el sainete, Alberto. Lo malo de este asunto, humor aparte, es que la realidad supera, y de qué manera, a la ficción. Apañados vamos. Espero ansioso el siguiente episodio.
ResponderEliminarNo sé, no caigo...¿Mr Deck? Gracias, Manuel.
Eliminar¿Cataratas en bilingüe ? ¿No querrá ud. dar a entender que...? Ya puestos, ¿por qué no jueces bilingües? O registradores bilingues...
ResponderEliminarEso pregúnteselo al Docor Tocóloguez y al Sr Felices. Yo soy solo un humilde cronista...
EliminarYo creo que al final le operarán en cooperativo, o lo hará la presidenta siguiendo las indicaciones en Power Point del ginecólogo. O, a lo mejor, el doctor "aprende haciendo" y acaba bien...
ResponderEliminarMe acabas de dar una idea para la continuación, Juan. Es hora de apostar por el learning by doing en la medicina. Un saludo
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