lunes, 1 de junio de 2015

Educando en positivo


No abuses de la palabra "no": decirle al niño que no haga algo no le da la información que necesita para hacerlo bien. Da las órdenes en positivo, se nos aconseja desde el mítico portal de recursos pedagógicos Aula Planeta.

Educar (me estoy refiriendo a la educación "en casa" más que a la educación escolar -llamémosla instrucción o enseñanza académica si lo prefieren, aunque yo no rechazo el término "educación") es una labor muy complicada. Lo es porque ningún método garantiza el éxito (quien sostenga esto, miente) y porque sabemos bastante poco sobre cuál es la fórmula más eficaz. Así que no podemos hacer mucho más que equivocarnos una y otra vez, intentar reconocer los errores y tratar de repetirlos lo menos posible. Pero hay algo más que podemos hacer: aprender de la insensatez ajena y practicar exactamente lo contrario de lo aconsejado por el insensato. Valoro mucho esta posibilidad porque he comprobado que suele funcionar. Es el caso de Aula Planeta, que a menudo proporciona ejemplos de lo que no se debe hacer para educar.

Antes de explicar por qué no comparto estos consejos para superpadres, les pido, por favor, que no traten de verificar la validez de los mismos (no abusar de la palabra "no" porque "decirle esto al niño no le da la información que necesita para hacerlo bien") cuando se encuentren en situaciones delicadas. Por ejemplo: si su niño está a punto de meter los dedos en el enchufe, saltar por la ventana o ser atropellado por un autobús de línea, no traten de evitarlo "en positivo"; mejor díganle que "no", gritando si es necesario (gritando mucho, si hace falta) e incluso empujando al churumbel aunque se pueda hacer daño. Siempre será mejor que quedarte sin hijo. En situaciones menos comprometidas, pueden intentar comprobar si Aula Planeta está en lo cierto evitando el "no". Pero deberán esperar unos años hasta que el nene se haya convertido en todo un dictador. Entonces tendrán claro que Aula Planeta no tenía razón. Pero será demasiado tarde.

Porque, vamos a ver, ¿cuál es el perjuicio, el problema, el trauma que podemos ocasionar a una criatura si le decimos "no"? Podemos creer en el niño como ser angelical contaminado por la sociedad o reconocer que el niño es egoísta y que si no se le obliga a compartir sus juguetes, de él no va a salir; que prefiere (siempre) jugar a hacer una tarea o colaborar en casa; que le resuelvas los problemas a afrontarlos él. El niño es niño y ha de comportarse como tal. Pero si los adultos dejamos de ejercer de adultos, ni el niño evolucionará ni nosotros estaremos siendo responsables. A ellos les toca exigirlo todo y a nosotros no concedérselo. A ellos pedir y a nosotros negar. Y no pasa nada, excepto para Aula Planeta. El niño, señores de Aula Planeta, es niño, pero no tonto. Digo esto porque resulta ofensivo pensar que van a admitir mejor un "sé más silencioso" que un "no hagas tanto ruido", un "camina más despacio" que un "no corras". 

Un último apunte: Educar es reprimir todo aquello que al niño no le conviene para su maduración y que decidimos nosotros precisamente porque somos personas maduras (se supone), es encauzarlo por la senda correcta, es inculcarle unos valores que lo conviertan en una buena persona, es instarle a ejercitar hábitos que forjen sus carácter, es dotarlo de herramientas que le permitan progresar en la sociedad. Dejémonos de patochadas políticamente correctas. Si la educación nos importa, eduquemos pensando cómo vamos a ayudar a nuestros hijos, no cómo los vamos a satisfacer.

2 comentarios:

  1. Tengo Aula Planeta en el Feedly, pero la leo poco. Cada vez que me pongo con un artículo es como tomarse un psicotrópico.

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    1. Pero al mismo tiempo es una mina para el estudioso de la expertología educativa, querida Hesperetusa. Los efectos, eso sí, son terribles. Yo empiezo a decir "implementar"...

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