En las sociedades occidentales, el proceso de adquisición de
aquellos conocimientos que, dada su naturaleza, no es
posible transmitir desde el entorno social inmediato del individuo, se
estructuró históricamente a partir de lo que conocemos como el modelo
de la Academia. Desde Grecia hasta nuestros días, y bajo muy diversas
formas, éste ha sido el modelo bajo el cual la sociedad ha
transmitido a las nuevas generaciones los conocimientos que tenía adquiridos y cuya continuidad consideraba necesarios. Un
modelo que hoy se anuncia en crisis y cuya estructura, en
el sentido más originario del término, consiste en el binomio
docente-discente.
Así comienza uno de los análisis más lúcidos que
he leído sobre la actual situación de la enseñanza. Es el texto de la ponencia
de Xavier Massó, titulada "Elogio de la Academia y crisis de la
educación", que tuvo lugar en el marco del Primer Encuentro de Profesores,
Asociaciones y sindicatos de Secundaria celebrado en el Ateneo de Madrid en
noviembre de 2005 y cuya lectura considero imprescindible.
Se puede acceder al ensayo aquí.
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